(1890-1905)
En el amanecer del siglo XX, una excelsa variedad de artistas y diseñadores se dispuso a crear un estilo moderno y de corte internacional, denominado art nouveau.
El mismo surgió, en muchos sentidos, como reacción a los avances tecnológicos del período de la Revolución industrial. A pesar de su difusión por todo el mundo, el art nouveau fue interpretado de manera distinta en cada país.
A partir de 1890, estuvo muy en boga la idea de que un estilo completamente nuevo de arte y diseño debía anunciar el advenimiento de un nuevo milenio. De allí que diseñadores y artistas de todas partes del planeta, asimilasen o rechazasen los nuevos inventos mecánicos.
El resultado de esta dicotomía fue el nacimiento del estilo art nouveau, una extraordinaria mixtura de imágenes con ideas contradictorias, expresadas por distintos exponentes alrededor del mundo.
Este movimiento artístico buscaba crear una obra que fuera más allá de meros objetos colgados en las paredes de una galería, lo cual le permitió superar las barreras existentes para la época entre el arte y la artesanía.
Líneas sinuosas
La búsqueda estilística de los artistas y diseñadores del art nouveau estaba ligada a la pasión. La idea era elevar las artes decorativas a la categoría de bellas artes y prescindir de las ideas más retrospectivas y conservadoras del arte y el diseño.
El estilo se basaba en la simplificación de los múltiples y abundantes estilos victorianos ornamentados y sobrecargados, profundamente influenciado por el arte celta y japonés.
Debido a que este movimiento influyente y de gran amplitud tuvo un profundo efecto en el diseño y el arte del siglo XX, e independientemente de que fuera considerado arte o diseño, no se dio por concluido hacia 1905.
La figura femenina, los animales y las plantas, eran los temas preferidos y más recurrentes a representar, todos ellos basados en imágenes de cabellos al viento, hojas, flores, zarcillos o plumas.
Entre los modernos y novedosos materiales utilizados se encontraban el peltre, la plata, el hierro y el vidrio, decorados con colores tenues y apagados, en algunos casos, o bien llamativos en su conjunto, al mejor estilo de los grabados japoneses.
“La vida son las hojas que dan forma y nutren a una planta, pero el arte es la flor que encarna su significado”.
Charles Rennie Mackintosh.
Secesionismo
En Austria, concretamente, los artistas de la secesión vienesa adoptaron una peculiar forma de art nouveau, que pasó a conocerse como Sezessionstil, o estilo de la secesión”. Se trató de un movimiento que logró convocar no solo a pintores, sino también a escultores y arquitectos.
Fundado el 3 de abril de 1897 por Gustav Klimt, como primer presidente de la secesión, Josef Hoffmann, Koloman Moser y Joseph María Olbrich, entre otros, el grupo se oponía al conservadurismo anticuado de la Künstlerhaus, el edificio de exposiciones oficial de Viena.
Los secesionistas vieneses pretendían presentar la obra de artistas más progresistas. No tenían un estilo ni un enfoque artístico coherente. Su principal inquietud era llegar hasta las últimas consecuencias del hecho artístico, más allá de las limitaciones de las convenciones académicas. La idea era crear un estilo completamente novedoso. Sobre la entrada del edificio de la secesión hicieron grabar la frase: “A cada era su arte y al arte su libertad” También, la revista Ver Sacrum, ilustrada en el estilo puramente decorativo del secesionismo apoyó sus postulados.
Nombres diversos
El término art nouveau deriva de la Maison de l’Art Nouveau, una tienda de diseño de interiores inaugurada en París, en 1896. Su función principal era la promoción del arte moderno.
El estilo se dio a conocer en los distintos países con nombres diversos. En Italia se lo conoció como Stile Liberty, por un comercio londinense propiedad de Arthur Lasenby Liberty, o Floreale.
Mientras tanto, en Alemania se lo llamó Jugendstil, en honor a una revista homónima. Por su parte, en España se llamará modernismo. El mencionado Sezessionstil, en Austria y, en Francia fue denominado el estilo moderno (fideo).
Las tres edades de la mujer
También conocido como Madre e hija, este fue el primer fresco de grandes dimensiones de Gustav Klimt. En el mismo se encuentran representados los tres estadios principales en la vida de una mujer: la infancia, la maternidad y la vejez.
En el mismo estilo del art nouveau y el secesionismo, Klimt tendía a alargar las figuras, aunque siempre inmersas dentro de contornos fluidos y ondulantes, con elementos decorativos.
La imagen es una pintura artística, pero, gracias a sus estampados, curvas, colores y texturas, también se puede considerar dentro del ámbito del diseño.
El secesionismo bebe de los postulados simbolistas. De hecho, una vez Klimt declaró: “Quien quiera saber algo de mí como artista, lo único en lo que destaco, no tiene más que mirar mis cuadros e intentar ver en ellos quién soy y qué pretendo hacer”.
Movimiento internacional
Las formas reactivas en contra del arte académico, orgánicos, florales y fluidas del art nouveau, florecieron por todas partes del planeta, no solo en las bellas artes, sino también en el diseño de interiores y mobiliario, en la joyería y la arquitectura, en un intento por volver indivisible al arte de la vida cotidiana.
En sus orígenes, el movimiento estuvo fuertemente influido por los artistas Alphonse Mucha y Arthur Heygate Mackmurdo, quien diseñó, en 1883, la portada del libro de Christopher Wren, Iglesias urbanas, que causó sensación. Era un artista diferente, curvilíneo y asimétrico.
Por su parte, Mucha fue el autor, en 1894, del diseño de un cartel promocional de la obra Gismonda, protagonizada por la grandiosa actriz Sarah Bernhardt, en París.
Durante algún tiempo, se lo denominó “estilo Muchae”, en homenaje a los planteamientos del artista acerca de la vida y el arte. Después de aquello, la mayor parte del art nouveau comenzó a producirse por todo lo ancho y largo de Europa, y su influencia acabó por conquistar al resto del mundo.
Además de Klimt y Mucha, otros de los grandes exponentes del secesionsismo y el art nouveau son el diseñador de joyas René Lalique, los ilustradores Aubrey Beardsley y Walter Crane.
También, los arquitectos Antoni Gaudí, Hector Guimard, Louis Sullivan, Henry van de Velde, Victor Horta, aparte del arquitecto, diseñador y artista Charles Rennie Mackintosh y los diseñadores de cristalería, Louis Comfort Tiffany y Émile Gallé.
Todos ellos provenientes de países distintos, pero cada uno con una visión particular en su interpretación y aplicación de las ideas del estilo. De hecho, todos los medios de expresión cabían en el art nouveau, ya fuera una escultura, una gema o un cartel.
“Buscamos un vocabulario vernáculo para el arte. No un mero acuerdo formal o verbal, ni un nivel inerte de uniformidad, sino esa unidad general y armonizadora con variedad individual que puede engendrarse entre personas política y socialmente libres”.
Walter Crane.
Sociedad moderna
El art nouveau no solo fue un estilo, sino más bien una forma de vida y una manera de pensar e interpretar la realidad de la sociedad moderna y los nuevos métodos de producción.
Se trató de un movimiento que buscó reorientar y redefinir la implicación de la obra de arte, basado en el hecho de que la misma podía abarcarlo todo, desde los objetos más simples y cotidianos, hasta las bellas artes y edificaciones. Su influencia permaneció en diversos movimientos de arte y de diseño en el siglo XX.
En conclusión, el art nouveau fue el resultado de la fusión de las bellas artes y las artesanías con estilos nuevos y simplificados.