Arte de la Performance

(décadas de 1970 y 1980)

El arte de la performance nació de un útero surrealista, dadaísta y futurista, particularmente de las actividades que se celebraban en el Cabaret Votaire de París, la Action Painting y los happenings propios de la década de los años sesenta.

Suscrito dentro del arte conceptual, la performance puso en práctica la misma idea defendida por varios movimientos originados en el siglo XX, según la cual, los artistas y espectadores eran interdependientes.

En los años sesenta, la expresión “arte de la performance” se empleó para describir la manera cómo los artistas utilizaban sus cuerpos como lienzos para transmitir sus ideas.

Se expresaban a través de la danza, el canto, la mímica y la actuación, en ubicaciones predeterminadas o espontáneas, con planificación previa o sin ella. En Alemania y Austria, el arte de la performance fue bautizado con el nombre de “accionismo”, y llegó a convertirse en todo un suceso durante los años sesenta y setenta.

Acciones fotografiadas

La fotografía influyó profundamente en el arte de la performance, sobre todo a partir de las imágenes captadas por Hans Namuth, en 1950, de Jackson Pollock en plena faena.

Las fotos se volvieron muy populares y difundieron el método de la Action Painting entre los espectadores, críticos y otros artistas, a la par que inspiraron nuevos métodos en los que los artistas utilizaban sus propios cuerpos para la creación de obras de arte.

Por otra parte, más o menos en la misma época, ocurrieron los primeros happenings en la ciudad de Nueva York, y luego en otras partes del mundo. Dichos eventos exigían la participación de espectadores y la actuación de los artistas, y pronto pasaron a ser conocidos como arte de la performance.

El artista conceptual alemán Joseph Beuys, quien sirvió como piloto de un cazabombardero y fue herido en la Segunda Guerra Mundial, fue uno de los impulsores más influyentes en el arte de la performance.

A partir del año de 1963, impactó con sus acciones en las cuales reflejaba muchas de sus vivencias. Su objetivo era dar a conocer y reflexionar sobre temas políticos y sociales y, asimismo, expresar el sufrimiento humano mediante metáforas e insinuaciones.

En el Reino Unido, Gilbert y George presentaron performances originales desde 1969, si bien prefirieron ser llamados exponentes de un “arte vivo”.

 “Todo el mundo tendrá 15 minutos de fama”.

Andy Warhol.

El arte de la performance adoptó una gran diversidad de formas. Todos los artistas se enfrentaron al mismo problema: lo efímero de la obra, ya que, una vez concluida esta, no quedaban registros de la acción ejecutada.

He allí la razón y la necesidad de que las performances se documenten con fotografías y videos, para ser difundidas entre un público más amplio. La mayoría de las performances no tienen un guion, sino que se basan en la improvisación.

Las acciones no se interpretan con la intención de entretener. En cambio, su principal objetivo es alentar al público a replantearse sus preconcepciones sobre la sociedad, la política, la psicología y, en fin, sobre la vida como un todo. 

Algunas satirizan la cotidianidad; otras son formas de protesta, que exigen a los espectadores poner en tela de juicio actitudes, opiniones y comportamientos aceptados.

La idea principal es que el arte de la performance es, a fin de cuentas, el planteamiento de una forma de comunicación directa con un público, buscando cambiar sus puntos de vista de algún modo.

Fluxus

Nacido en Alemania en el año de 1960, Fluxus se convirtió en un movimiento internacional. Su nombre significa “flujo”, en latín, y los diseñadores, artistas, y compositores inscritos esgrimían una concepción similar a la de los dadaístas en cuanto a la promoción del arte vivo o antiarte.

Muchos de los exponentes se adscribieron al movimiento Fluxus y, en París, Copenhague, Ámsterdam, Londres y Nueva York, realizaron diversas actividades, incluidos algunos conciertos de música vanguardista y performances. En contra de todas las teorías acerca del arte, Fluxus echó por tierra la importancia de la obra y se centró en la expresión de las emociones del mismo

La gente busca en el arte algo que no entienda, que no forme parte de su vida cotidiana”.

Gilbert y George.

Interpretaciones de los artistas

Yves Klein, produjo performances en los cuales estuvo presente la pintura. En 1961, por ejemplo, bañó a tres modelos desnudas con su propia pintura azul, IKB, y les dio instrucciones precisas para que rodaran sobre un papel blanco cual si fueran pinceles humanos. La obra se denominó Antropometría.

Performance en silencio

La performance no tiene que ver con las artes escénicas tal y como se conocen. Es distinto. Si bien el público se puede entretener, este no es su fin último.  El compositor de música de vanguardia, John Cage, celebró su primer happening en 1952.

Titulado 4’33», consistió en hacer que los músicos de una orquesta permanecieran sentados ante el público, en silencio, exactamente durante cuatro minutos y 33 segundos.

Influyó poderosamente en todo el arte de la performance posterior. Los ruidos del público, que tosía y se revolvía en sus asientos, eran parte de la obra. La idea era reflexionar e interrogarse acerca de las expectativas.

John Cage «prepara» un piano en 1957

Ansiaba salir completamente fuera e interpretar un inicio simbólico para mi empresa de regenerar la vida de la humanidad en el seno de la sociedad y preparar un futuro positivo en este contexto”.

Joseph Beuys.

Por otra parte, Andy Warhol, cobró fama por escenificar nuevas clases de eventos y performances, acompañado de sus amistades en fiestas y salas públicas desperdigadas por toda la ciudad de Nueva York. En ellas se entremezclaban diversas expresiones artísticas, tales como la música, el cine y las diapositivas.

Ya para el año de 1970, Gilbert y George escenificaron su primera performance de escultura viva. En ella aparecieron con la cabeza y las manos pintadas de color dorado, cantando y bailando al son de una grabación de la canción “Underneath the Arches”.

Desde entonces, rara vez aparecieron de nuevo en público sin llevar trajes similares a los que lucieron en aquella ocasión, insistiendo en que todo lo que hacían debía ser considerado arte.

Entre tanto, Ana Mendieta, centró sus performances en los temas de género y la identidad cultural, durante década de 1970. Las escenas incluían referencias a su Cuba natal y a su vida como exiliada en los Estados Unidos.

El principio de priorizar el concepto del arte por encima del objeto coincidía con las propuestas varios movimientos vanguardistas del siglo XX. Los artistas de performance ansiaban extraer su arte de las galerías para despojarlo de su carácter elitesco y de cualquier viso de tradición.

En este sentido, también buscaron eliminar los elementos del capitalismo que rodeaban el arte: no habría agentes, exposiciones costosas ni adquisiciones caras.

Por eso, el arte de la performance sería verdaderamente transversal, aunque, claro está, dicha utopía no siempre se materializó, pero muchos de los artistas tenían sus propios programas políticos, cuyo objetivo último era estimular a los espectadores hacia nuevos modos de pensar.

En conclusión, la performance planteó y alentó nuevos y más frescos puntos de vista acerca de la expresión artística.