(décadas de 1930 a 1960)
El estilo artístico correspondiente a las tres décadas entre los años treinta y sesenta en la Unión Soviética, es el conocido con el nombre de realismo social, que no debe confundirse con el realismo socialista, la forma de arte oficial de Stalin, adoptada posteriormente por otros partidos comunistas.
Surgió como movimiento artístico en el año de 1930, y ejerció una enorme influencia en artistas, incluso estadounidenses, gracias a sus mensajes contestatarios y de protesta antisistema, que reflejaban las injusticias sociales, políticas, raciales y económicas.
A partir de la Revolución industrial, muchos pintores y escritores se interesaron por las condiciones de vida y trabajo de las clases menos favorecidas, aunque ya en siglo XIX, artistas tales como Frank Holl, Millet, Courbet, Luke Fildes, y Hubert von Herkomer, habían retratado a los pobres en sus diferentes oficios.
Muchos de ellos fueron reproducidos en el diario británico ilustrado The Graphic, que a su vez inoculó a muchos artistas con su crítica social.
Crítica social
Después de la Gran Guerra, la crítica social propició la aparición del llamado realismo social. Pintores, fotógrafos, cineastas e impresores reaccionaron contra la idealización de las desigualdades y las penurias reflejada por muchos artistas.
Los exponentes de este realismo social buscaban llamar la atención sobre la vida cotidiana de las clases obreras y los pobres, a través de una dura crítica en contra de las estructuras sociales que generaban, permitían y mantenían tales condiciones.
De corte socialista, en el realismo social, los artistas normalmente retrataban a los pobres con dignidad, nobles y resilientes, merecedores de una vida distinta y mejor.
Las ideas transmitidas por estos artistas beben del arte comunista oficial del realismo socialista, pero, si bien este era patrocinado por el Gobierno, el realismo social no era oficial y, por lo tanto, mucho más subjetivo y personal.
La Gran Depresión
Con la expansión de las clases medias de principios del siglo XX, en Europa y Estados Unidos comenzaron a surgir barriadas en las cuales comenzó a residir la gente perteneciente a los estratos más bajos.
La nueva conciencia tras el fin de la Primera Guerra Mundial, en 1918, impulsó a muchos artistas, fotógrafos y escritores a observar con mayor detenimiento la cruda vida de las clases más pobres. De allí su nombre de realistas sociales.
Durante la Gran Depresión de 1930 en Estados Unidos, todos ellos se dedicaron a plasmar las privaciones de los pobres de un modo desapasionado y sin apegos. Muchos de ellos buscaron inspiración en la obra de Rivera y los muralistas mexicanos, así como en los artistas de la escuela de Ashcan, un colectivo estadounidense de principios del siglo XX.
Con sus escenas menos atractivas de las zonas urbanas y rurales de la ciudad de Nueva York, lienzos como los de Edward Hopper reflejaban esa nueva percepción de la vida en Estados Unidos.
Entre los realistas sociales estadounidenses más representativos destacan Reginald Marsh, quien pintó muchedumbres, sobre todo mujeres; Ben Shahn, con sus técnicas litográficas en una obra de corte documental social, fue también uno de los más destacados colaboradores de Diego Rivera.
Dorothea Lange también figuró en el realismo social como fotógrafa, documentalista y fotoperiodista. Logró captar con su lente la desolación humana derivada de la Gran Depresión, e influyó enormemente en el posterior desarrollo de la fotografía documental.
Por su parte, los tres hermanos Soyer también sobresalieron, sobre todo Raphael Soyer, fallecido en 1987, quien pintó a ciudadanos comunes de la ciudad de Nueva York. Jack Levine, también fue reconocido por sus pinturas y grabados satíricos.
Adicionalmente, Arnold Blanch fue un pintor, grabador, ilustrador, muralista, impresor y profesor de arte muy reputado por sus pinturas sobre aspectos de la vida americana.
Realismo socialista
El realismo socialista fue concebido, en principio, como la reproducción figurativa de la revolución proletaria, hecha con una finalidad propagandística a favor del comunismo.
Para el año de 1934, todos los grupos artísticos independientes desparecieron por órdenes del régimen estalinista en la Unión Soviética y solo se permitió el arte oficial. La intención primordial del realismo socialista era la de azuzar a las masas de rusos analfabetos y plasmar su resiliencia y su valor, incitando con ello el patriotismo, la productividad, la acción revolucionaria y la esperanza.
«De poco sirve hablar de la lucha contra la pobreza; pero mostrarla en la medida de lo posible puede ayudar a reflejar las condiciones de vida de la población”.
Ben Shahn.
La cola del pan
La cola del pan es una obra de George Segal, quien ideó una técnica para crear esculturas a tamaño real, a partir de la utilización de materiales tales como el yeso y vendajes médicos para inmovilizar huesos rotos y fracturas.
El artista envolvía sus temas en estos vendajes cortados y empapados en yeso. Una vez se secado, lo cortaba y eliminaba la escayola endurecida. Esta cola de hombres abatidos a las puertas de una panadería de tamaño real fue creada para el Franklin D. Roosevelt Memorial, en Washington DC.
El monumento representaba los doce años del mandato de Roosevelt, e incluía el período de la Gran Depresión, cuando el hambre y la desesperanza se apoderaron de los estadounidenses.
Arte regionalista
Como muchos otros movimientos artísticos, el realismo social no se planeó conscientemente, sino que surgió en un momento cuando numerosos escritores y artistas coincidieron ideológicamente, y buscaron expresar esas ideas en colectivo.
Esto quiere decir que fue movimiento artístico involuntario, provocado por las circunstancias políticas y sociales. No obstante, las interpretaciones variaban según el artista. Por ejemplo, en Estados Unidos, el paisajismo se ensombreció con el realismo social.
Los realistas estadounidenses retrataron escenas de la vida cotidiana americana, pero, a diferencia de los realistas sociales, se concentraron en representaciones nostálgicas de la vida rural, enfatizando en la tragedia de los pobres durante la Gran Depresión.
Los estilos pictóricos del realismo social eran objetivos, en cambio, el regionalismo estadounidense exhibía una fusión de técnicas e imágenes reales con la abstracción.
Los tres más grandes exponentes del estilo regionalista fueron John Steuart Curry, Thomas Hart Benton y Grant Wood, este último, muy reconocido por sus retratos de la región central rural de Estados Unidos.
Desarrollo en Europa
En Alemania, artistas de la talla de Käthe Kollwitz y George Grosz, expresaron sentimientos y sensaciones similares, así como también lo hizo en Gran Bretaña la escuela Kitchen Sink, durante la década de los años cincuenta.
Dicha escuela estuvo conformada por pintores concentrados en la vida del obrero y bodegones, tales como John Bratby quien, a través de sus lienzos reflejó su inconformidad y protestó en contra de la sociedad y la moral tras el final de la Segunda Guerra Mundial.
En conclusión, el realismo social es denuncia social y política a través del arte, la literatura y el cine.