Neoplasticismo

(1917-1931)

El término “neoplasticismo” en el arte, fue acuñado por primera vez por el pintor holandés Piet Mondrian para definir un estilo que sería el pionero en la pintura abstracta, basado fundamentalmente en las formas geométricas en colores lisos, planos y entremezclados, e inspirado principalmente por el cubismo.

El término que procede de la voz neerlandesa nieuwe beelding, que significa en español “nuevo arte”, se aplicó para denominar la obra de un grupo de diseñadores, arquitectos y artistas de toda índole.

Se trata de la descripción fehaciente de la pintura y el idealismo filosófico de Mondrian, a pesar de que, posteriormente, el nombre de neoplasticismo sería aplicado también a la obra de otros artistas, diseñadores y arquitectos.

Se lo tildaba de nuevo arte porque, en su intento por reconciliar la pintura con sus inquietudes espirituales, Mondrian se deslastró de toda representatividad, produciendo lienzos de corte absolutamente abstraccionista.

De Stijl

De Stijl fue un movimiento artístico constituido en Leiden, Países Bajos, en 1917, cuyo objetivo era la integración de las artes o el arte total. Se manifestaban a través de una revista del mismo nombre que se editó hasta que el estilo desapareció en 1931.

Pertenecían a este movimiento Piet Mondrian, Pieter Oud,Vilmos Huszár, Cornelis van Eesteren, Antony Kok, Bart van der Leck, Gerrit Rietveld, Jacobus Johannes y Theo van Doesburg.

En 1911, Mondrian emigró a París y quedó prendado de la obra de Picasso y los cubistas. No obstante su admiración por las nuevas ideas, consideraba que el cubismo no había sido suficiente para el buen desarrollo del arte moderno.

Fue también un fiel seguidor de la doctrina religiosa y mística de la teosofía, mediante la cual buscó vincular sus ideas sobre el arte con sus creencias espirituales.

Una vez iniciada la Gran Guerra, en el año de 1914, regresó a los Países Bajos, donde conoció al escritor, arquitecto y pintor holandés Theo van Doesburg y al también reconocido pintor Bart van der Leck.

Ya en 1917, Mondrian y Van Doesburg el mencionado diario, De Stijl (El estilo), donde recogieron todas y cada una de sus teorías sobre el arte, principalmente las ideas de Mondrian sobre el neoplasticismo.

Su objetivo esencial era poder crear un nuevo arte de talla internacional, que representara, a su vez, la paz y la armonía como una reacción en respuesta a la barbarie, la abominación y los horrores de la guerra.

Muy pronto, el nombre De Stijl se asoció con otros artistas y diseñadores con ideologías similares y ellos tanto como con la citada publicación. Todos los artistas anteriormente mencionados acusaban la influencia del constructivismo y el suprematismo ruso.

Mondrian publicó en los primeros once números del diario De Stijl, un extenso ensayo titulado, “El neoplasticismo en el arte pictórico”, con la intención de dar a conocer las ideas subyacentes al arte. En 1920 publicó un libro bajo el título El neoplasticismo.

La geometría del neoplasticismo

De la mano de Mondrian, los restantes exponentes del estilo neoplasticista, redujeron todos los elementos del diseño pictórico a líneas rectas sencillas de distintos grosores, atravesando fondos blancos sobre los que formaban rectángulos y cuadrados de varias dimensiones.

También redujeron los colores de sus paletas a tres primarios, el negro, el blanco y gris, con el fin de evitar la especificidad en los detalles y representaciones del mundo y, en cambio, transmitir la esencia de la concordia y el equilibrio universal.

Para ello utilizaron solamente líneas rectas y bloques lisos de colores neutros o puros, suprimieron todos los extras para representar esencialmente el orden universal, en lugar del mundo físico.

Imagen inspirada en Mondrian, con líneas horizontales y verticales y bloques de color liso.

Armonía universal

Mondrian ingresó en el año de 1909 a la Sociedad Teosófica Holandesa. Uno de los elementos centrales del neoplasticismo era su carácter espiritual, basado en el idealismo y el antimaterialismo propios de la teosofía.

Mondrian creía que, descomponiendo en sus formas más puristas todo lo que nos rodeaba, podría generar un arte equilibrado, que lograse expresar las nociones de armonía universal con claridad.

Sus lienzos, deliberadamente reticulados, pretendían reflejar la atemporalidad y el orden espiritual del cosmos. Por ello, Mondrian insistía en que ninguna composición debía tener un centro o punto focal principal.

Asimismo, los márgenes del lienzo son según Mondrian tan importantes como el resto, gracias a lo cual se estimula al espectador a explorar toda la imagen y no en concentrarse solamente en una zona concreta de esta.

Las fuerzas opuestas de las líneas horizontales y verticales en las pinturas, también dinamizan y equilibran la obra, brindando al espectador la sensación de tranquilidad y sosiego, sin notas discordantes o llamativas.

Teosofía

En las postrimerías del siglo XIX, la teosofía se había enquistado en las mentes de los ciudadanos de la ciudad de Nueva York como doctrina. El nombre deriva del término griego theosophia, que significa “conocimiento de lo divino”.

Pese a no tratarse exactamente de una religión, la teosofía sostiene que todas las creencias religiosas contienen elementos de la verdad.

Se trató de un movimiento filosófico que combinó diversos sistemas de creencias en tendentes a hallar la armonía universal. Los teósofos sostienen que el alma humana se divide en siete partes y no existen distinciones entre credos, razas, sexos o castas.

La visión plástica pura debería construir una nueva sociedad, tal y como el arte ha construido un nuevo plasticismo”.

Piet Mondrian.

Neoplasticismo en las artes aplicadas

El abstraccionismo imperante en los diseños y pinturas de los neoplasticistas, se basaban en reducir las formas y los colores a sus formas más simples y puras.  Dicha ideología artística aparece explicada en un manifiesto de ocho puntos publicado en la revista De Stijl, en 1918. No solo se editaron copias en holandés, sino que fueron traducidas a otros idiomas tales como el francés, el inglés y el alemán.

En 1919, el arquitecto y diseñador Gerrit Rietveld se sumó al grupo, lo que significó todo un acontecimiento, ya que las ideas de este artista tuvieron un impacto considerable en la producción de los neoplasticistas.

La famosa silla roja y azul, con su armazón negro y sus elementos constructivos en colores primarios, obra de Rietveld, supuso la primera aplicación del neoplasticismo al diseño industrial.

Este nuevo arte hallará su expresión en la abstracción de la forma y el color, es decir, en la línea recta y los colores primarios claramente definidos”.

Piet Mondrian.

Las repercusiones del neoplasticismo

Tal y como ya he mencionado con anterioridad, el estilo neoplasticista concluye en 1931, momento en el cual el pintor Van Doesburg inició un nuevo grupo artístico llamado Abstracción-Creación. Van Doesburg falleció ese mismo año y el último número de De Stijl se publicó en 1932 en su memoria.

El neoplasticismo y De Stijl sentaron las bases de la Bauhaus y el Estilo Internacional arquitectónico, además de influir en muchos otros movimientos de arte y diseño modernos a lo largo del siglo XX e inicios del XXI.

Mondrian continuó explorando las técnicas del color y las formas puras. Sus sólida e inflexibles abstracciones son consideradas los epítomes del arte vanguardista mundial.

Considerado uno de los artistas más importantes del siglo XX, Mondrian influyó en varias generaciones de artistas y diseñadores. En 1938 emigró a Londres, y dos años después se estableció en los Estados Unidos donde pasó el resto de su vida.

En concusión, el neoplasticismo fue un estilo de arte abstracto, puro y geométrico, basado en las teorías de la teosofía.